domingo, 22 de septiembre de 2013

Enamoramiento: parte 2


Gracias a la teoría expuesta en “Enamoramiento: parte 1”, podríamos explicar el hecho de que generalmente el enamoramiento no sobrepase los 4 años, tiempo suficiente para asegurar la supervivencia del recién llegado. Es tras este periodo cuando tanto el hombre como la mujer podrían empezar a buscar nuevas parejas con que reproducirse y aumentar así su descendencia. Hay que entender que las pautas de comportamiento que sobreviven al tiempo y llegan a generaciones posteriores son aquellas que priman la transmisión de genes a cualquier otra faceta de la vida.

Otros datos del texto “Enamoramiento: parte 1”  pueden ser explicados mediante la anterior teoría. Así pues, no es difícil comprender que sea la mujer la que más tiempo permanece enamorada, siendo ésta la que se quedaba en la cueva cuidando del niño, siempre dependiendo de alguien que le consiguiera alimento. Si las mujeres de las cavernas hubieran decidido cortar la relación con su velludo cazador se verían en la obligación de salir ellas mismas a por el alimento necesario. Esta tendencia conductual no sobrevive al tiempo por la dificultad que tiene para un solo progenitor mantenerse con vida a sí mismo y al bebé al mismo tiempo.

Además, podemos fácilmente entender que sea el hombre el que más profundamente se enamore de los dos, siendo éste el que hace una menor inversión a la hora de comenzar una relación. Me explico. En multitud de especies del mundo animal la hembra que decide escoger a un macho debe estar totalmente segura de que éste va a permanecer a su lado durante la gestación y el parto, de manera que pueda cuidar de ella y evitar que muera. Es comprensible, pues, que las mujeres se anden con más reservas que los hombres a la hora de entregarse a otra persona.

Sin embargo, es difícil explicar la inmensa intensidad que este estado emocional puede llegar adquirir en las personas, así como el hecho de que haya parejas cuyo enamoramiento no se desvanece por completo con el tiempo. Las incógnitas sobre este proceso son todavía numerosas. Y, como bien expresa 
con una bonita metáfora el vídeo que a continuación compartimos , no hay que preocuparse por qué algún día llegué a conocerse el enamoramiento con todo detalle puesto que, por mucho que sepamos sobre el tema, jamás restaremos intensidad a este estado emocional. 

https://www.youtube.com/watch?v=xB2kT3DEgN0



Lejos de pretender juzgar al enamoramiento,  este texto quiere que te des cuenta de que el enamoramiento hoy día carece, en la mayoría de casos, de sentido. Actualmente, cualquier mujer u hombre con un empleo medianamente bien remunerado podría convertirse en progenitor, sin necesidad de contar con una pareja para poder asegurar la seguridad de la criatura. Se podría decir incluso que enamorarse se ha convertido en un lujo, algo innecesario que hacemos por el mero placer que nos reporta, como quien se fuma un cigarro.

La opinión de un servidor es que, en su estrecha relación con otro tipo de adicciones, el enamoramiento constituye una droga muy potente; una droga sobre la que deberían informarnos nuestros padres y no una productora llamada Disney. Como ya se ha explicado en el texto sobre drogas y adicciones, la mejor opción no es un mundo sin drogas, sino un mundo en que las drogas se utilizan a nuestro favor. En esta línea, pienso que es importante que cada persona lleve a cabo una pequeña lucha personal por mejorar la afectividad hacia uno mismo y hacia el mundo que lo rodea, puesto que muchas veces la dimensión amorosa del individuo se queda al margen del proceso madurativo, siendo ésta una de las áreas de la vida en que más creencias preestablecidas y expectativas fantasiosas albergamos.
La receta en sencilla: una base de independencia y autoestima aderezada con un concentrado de amor hacia uno mismo y lo que le rodea.

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