miércoles, 4 de septiembre de 2013

Energía: Respirando vitalidad


“Cuando respiramos profundamente, es fácil sentir lo bueno que es el mundo, lo justo y lo hermoso. Estamos inspirados. Qué trágico es, entonces, que tan pocas personas respiren libremente y bien“. Alexander Lowen

Sin respirar no podemos vivir, de eso no hay duda. Los seres humanos podemos vivir alrededor de cincuenta días sin comer y unos  dos o tres sin beber, pero si no respiramos, en unos minutos nuestra vida comienza a apagarse.

Podríamos caer en el error de pensar que no hay mucho más que hablar ya que es nuestro organismo el que se encarga del proceso sin necesidad de nuestra atención. Pero debemos comprender que respirar no es suficiente, ya que existe una gran diferencia entre respirar y respirar bien.

Cada célula de nuestro cuerpo depende de la sangre para proveerse de oxígeno y será la cantidad de oxígeno que contenga la sangre que circula por nuestras arterias, la que determine la vitalidad y la salud de esas células. Si la respiración es defectuosa, no se oxigenará bien la sangre. Además también es el proceso respiratorio el encargado de estimular los procesos eléctricos de cada una de las células. Por lo que respirar bien es una fuente de salud y una garantía para fortalecer la vitalidad de nuestro cuerpo y nuestra mente, favoreciendo la circulación y la comunicación de las células.

Entre los beneficios que nos puede ofrecer una buena respiración se encuentran:

-Respirar correctamente aumenta la capacidad mental. Aumenta la concentración y combate el estrés que no nos permite pensar con claridad.

- Respirar correctamente contribuye poderosamente a incrementar la salud física. Quien respira bien enferma menos. La buena respiración activa el sistema linfático,  componente clave de nuestro organismo, ya que es la vía de eliminación de las toxinas, y por lo tanto, parte de nuestro sistema inmunológico.

-Una buena respiración contribuye a una digestión más eficaz.

-Una respiración rítmica nos armoniza y regula nuestro estado mental, emocional y nuestra concentración. La respiración puede ser nuestro mayor aliado para combatir la ansiedad 

¿Pero que es una respiración correcta?

No existe una única respiración que sea beneficiosa para todas las situaciones de la vida, ya que no respiraremos de la misma manera si pretendemos relajarnos o si estamos haciendo ejercicio por ejemplo, pero como regla general podemos decir que una respiración superficial (la que habitualmente realizamos sin darnos cuenta) no es nada aconsejable.

Tipos de respiración:

1) Clavicular: es la realizada por la parte superior de los pulmones. La respiración clavicular es la más superficial y el peor tipo posible. Durante la inhalación los hombros y la clavícula son elevados mientras que el abdomen es contraído. Se realiza un esfuerzo máximo, pero una mínima cantidad de aire es obtenida.

2) Costal: es la realizada por la parte media de los pulmones a nivel costal. Constituye el segundo tipo de respiración incompleta.

3) Abdominal: se realiza en la parte baja de los pulmones. El diafragma baja cuando entre aire en los pulmones y permite mayor ingreso de oxígeno que las anteriores.

4) Respiración completa: Se produce por el total llenado de los pulmones,
incluyendo su parte baja, media y alta.

Como hemos ido viendo, proveer al cuerpo de un buen aporte de oxigeno es muy favorable. Por este motivo sería muy recomendable comenzar a realizar ejercicios de respiración completa al menos tres veces al día. Al principio el llevar el aire a la parte baja de los pulmones puede resultar una tarea ardua, pero con concentración y práctica se termina consiguiendo. Existen actividades muy interesantes que pueden ayudarnos a hacernos conscientes de nuestra respiración y aprender a manejarla de la mejor manera como puede ser el YOGA. Invertir un poco de tiempo en descubrir ejercicios de respiración o incluso apuntarse a alguna actividad que ejercite la respiración adecuada, puede aportar un gran beneficio para muchísimas facetas de tu vida.

Además de respirar profundamente si lo hacemos de manera consciente, aprovecharemos la oportunidad de ampliar el campo de control sobre nuestro cuerpo físico y emocional, mejorar nuestra auto-percepción y auto-conocimiento. Concentrarse en la respiración es una de las más antiguas y utilizadas técnicas de meditación, pero sobre los beneficios y vías de la meditación nos explayaremos en posteriores escritos.

Por el momento vamos a finalizar destacando tres recomendaciones:

-Comienza a hacerte consciente de tu respiración. Observa si realizas una respiración superficial y corrígela. Anímate a buscar libros especializados o incluso cursos sobre como respirar adecuadamente.

-Realiza respiraciones completas o diafragmáticas al menos 3 veces al día para favorecer todos los procesos del organismo y llenar a tu cuerpo de energía.

-Realiza respiraciones profundas y conscientes para retomar el control en cualquier situación, armonizar tu mente y ver el mundo con mayor serenidad, claridad y vitalidad.


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